[Reforma o empieza con pequeños cambios]
¿Solo diez consejos? Sí, ¡cortos pero eficaces!
En casa hay muchos factores que debemos tener en cuenta, pero empecemos con unos sencillos pasos, tanto si quieres reformarla o simplemente darle un cambio más saludable.
No tenemos que vivir con miedo ni aislarnos, se trata de aprender qué nos beneficia para potenciarlo y qué no nos beneficia para minimizarlo.
TU CASA MÁS SALUDABLE:
1. CUIDA TU CASA Y SOBRE TODO TU DORMITORIO
Conseguir un sueño de calidad es un gran paso hacia una buena salud. Por la noche nuestro cuerpo no sólo descansa, sino que repara. Se activan una serie de funciones biológicas (como la actividad de la glándula pineal o la generación de melatonina) que pueden dejar de ser eficientes si tenemos un entorno que - aunque no nos demos cuenta - nos altere. Así que, aplica los consejos de este artículo para cuidar tu casa y, especialmente, tu dormitorio.
2. VENTILA CORRECTAMENTE
El hábito más eficaz y económico para tener un aire más saludable en casa es ventilar diariamente un mínimo de 20 a 30 minutos. Con este sencillo gesto evitamos la acumulación de CO2, así como vapor de agua que genera la temida humedad y el desarrollo de ácaros y moho. Se puede hacer por la mañana o por la tarde, pero es importante hacerlo también antes de ir a dormir, así reducimos la concentración de CO2 que se ha generado durante el día.
3. BUSCA EL BUEN SITIO
Las orientaciones son fundamentales y siempre hay algo que podemos hacer para aprovecharlas. Para las habitaciones donde pasamos más tiempo es bueno buscar ventanas al sur y al este, captamos mayor iluminación y radiación solar. La cocina puede situarse el suroeste, y los espacios que habitamos menos -trasteros o circulaciones- al norte, ya que son más fríos y húmedos. También es muy recomendable buscar el norte para situar nuestro cabecero de la cama.
4. MATERIALES Y PINTURAS NATURALES
Día a día nos rodeamos de muchos agentes tóxicos y a la larga podemos saturarnos - lo que llamamos “mochila tóxica”-. Los encontramos en la cosmética, comida, productos de limpieza, etc. En casa, escogeremos materiales, pinturas, muebles y elementos decorativos que no tengan estas sustancias o que puedan crear electroestática. Así que al igual que con los alimentos, ¡mira bien la etiqueta!
5. TECNOLOGÍA SÍ, PERO SALUDABLE
La tecnología nos facilita mucho la vida y es casi imprescindible tenerla dentro de casa. Sin embargo, hay que intentar no sobreexponernos y minimizar el impacto que la radiación electromagnética tiene sobre nuestro cuerpo. Algunos primeros consejos que os damos:
Mejor siempre con cable. Usa siempre que puedas el cable para conectarte.
Apaga el wifi durante la noche. Al menos durante 8 horas no tendrás esa radiación.
Desconecta la red del dormitorio por la noche: para mejorar las horas de sueño, si tienes posibilidad desconecta el circuito de tu habitación o instala sistemas de desconexión automáticos.
¡Viva el modo avión!: úsalo siempre que puedas.
Reduce el número de aparatos inteligentes en casa.
Evita: interfonos de bebés, inalámbricos, radiodespertadores … y recuerda, cocinar con gas es menos perjudicial que las placas de inducción.
6. MÁS VERDE: PLANTAS LIMPIADORAS NATURALES
Las plantas tienen la capacidad de absorber los compuestos básicos del aire (nitrógeno, oxígeno y carbono), pero también otras sustancias químicas volátiles y actúan como limpiadoras naturales del aire interior. Cada planta es diferente, y unas tienen mayor capacidad de filtrar que otras. Se recomienda tener una o dos plantas por cada diez metros cuadrados, mezclando las especies para aprovechar mejor sus beneficios.
Algunas recomendaciones: Cinta o poto para el monóxido de carbono, azalea, aloe, helecho para el formaldehído, margaritas para el benceno o espatifilo para el amoníaco.
7. ILUMINACIÓN BIÓTICA
¡Que entre el sol en casa! La luz natural es imprescindible para nuestro organismo, revitaliza, potencia el buen humor y es fuente de vitamina D entre otros. El sol marca nuestro ciclo circadiano, que es nuestro reloj biológico. Por eso, para luz artificial elegiremos bombillas que con un Índice de Reproducción Cromática (IRC) superior al 90-95%, esto quiere decir que se asemeja más al espectro solar. En zonas de noche usar bombillas más cálidas y rojizas, y evitar las azuladas.
8. NO MÁS RUIDOS
El ruido tiene un efecto directo sobre nuestro sistema: alteraciones del sueño, generación de las “hormonas del estrés”, molestias cardiovasculares, aumento de la tensión muscular, etc. Tenemos que conseguir un entorno calmado y tener en cuenta los diferentes tipos de ruido (aéreo y corpóreo) y cómo se aíslan cada uno.
9. TEMPERATURA Y HUMEDAD PERFECTAS
La sensación térmica varía según la persona, pero además va en función tanto de la temperatura interior como de la temperatura de las superficies de la estancia y de la humedad. El nivel de confort también es diferente según la estación de año y la actividad de la habitación. De manera general, en casa deberíamos tener sobre 20-24ºC en invierno y 23-26ºC en verano, siempre con humedad relativa alrededor del 50%.
10. SIÉNTETE COMO EN CASA
¡Parece obvio! Pero estar a gusto en casa tiene un factor psicológico muy importante. Expresa tu personalidad y haz que sea cálida y confortable.
Ahora ya estás en el camino, ¡comienza el cambio!
En Habit Estudio diseñamos espacios saludables, adaptados a tus exigencias.
Además, realizamos estudios de biohabitabilidad para analizar cómo está tu casa actual, y proponer soluciones viables según cada caso.
¿Te ha parecido interesante? ¿Hay algún aspecto sobre el que te gustaría saber más?
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